Me pilla tumbado, leyendo. Va soltando sus compras mientras relata todos los pormenores. 15 minutos. Yo leo. Me interrumpe: ¿Te gusta mi camiseta? Sí. Continúa desnudándose, cambiándose y probándose todo; mirándose al espejo, dando vueltas y giros extraños y sin parar de hablar. 20 minutos. Yo leo. De pronto se enfada con una falda y grita. Se queja, maldice... 5 minutos. Yo leo. Se me acerca llorando y me lo repite más calmada. No sé qué de descambiar la tienda cremallera, la chica impertinente de rebajas... 10 minutos. Yo intento seguir leyendo. ¿No me estás escuchando? Sí, claro. A ver ¿Qué he dicho?. Que sí, que me parece bien. No me haces ni caso!!. Grita, llora, impropera, como si yo fuera una falda... 10 minutos. Dejo el libro, me acerco y la abrazo. Se calma un poco. Tú no me quieres. Claro que te quiero. Entonces ¿Porqué no me escuchas cuando te hablo?. Pone morritos. Levanto su cara por la barbilla y la beso. El abrazo se hace estrecho. ¿De verdad me quieres?. Sí. Volvemos a besarnos. 3 minutos. Sonríe y se despega. ¿Verdad que me sienta bien? Sí. Suena su móvil. Aprovecho para coger el libro y meterme en el baño. Desde dentro, leyendo, la oigo hablar con la amiga con la que fue de compras. Le cuenta todo. 1 hora. Termino el capítulo, fumo dos cigarros, me ducho tranquilo, me corto las uñas, me afeito y me lavo los dientes a conciencia. Salgo despacio. Toalla en la cadera. La callo de un beso... Y nos prolongamos... El resto de la tarde.
Ella, aprovecha y lee, mientras yo ronco
En mi mente ha aparecido la palabra: "¡Cállate!" y también: "¡qué paciencia!"
ResponderEliminarMe quedo con el resto de la tarde...
No hay mejor forma de callar...
Un saludo
Jajajjajajaa. Me he sentido totalmente identificada....con la chica, claro. Aunque no tan exagerao.
ResponderEliminarLo has contao de miedo. ;)
Vaya... esto me ha gustado.
ResponderEliminarSimplemente real...
ResponderEliminarun preludio de lo que deberia ser el resto de la tarde...
saludos
Pues si ella la única manera que tiene de llamar su atención es poniendo morritos, y él sólo le hace caso cuando llora...
ResponderEliminar...llorar por una falda.... donde está lo que esconden esas lágimas de ella y esa indiferencia de él....??????
Eso de : pero de verdad me quieres churri? es pa decirle: ni de coña tía, estoy aquí por sexo y por no estar solo, que lo llevo mal. Que malvada. De todas formas..me parece un retrato pelín machista, porque a la inversa no lo veo...
ResponderEliminar¿Compartís el mismo libro? Lo digo por eso de compaginar muy bien las horas de lectura... ;)
ResponderEliminarUn besito.
Be: Piénsalo, pero no se lo digas. Un saludo.
ResponderEliminarEvinchi: Sí, es exagerado y apasionado, como siempre. Mua!
Daed.: Me alegro, norteña. Gracias.
Luciérnaga: lo miraré con detenimiento, parece interesante. Gracias.
Nico: real desde un sólo punto de vista, claro. Saludos.
Daky: por una falda, fíjate... Lo que esconden sus lágrimas y la indiferencia no sé dónde está. Mira debajo de la cama, a ver...
Oveja de lana suave: a la inversa no existe, por eso no lo ves. Y sí, es el punto de vista de ese macho. Lo de machista no lo sé.
Adise: es fábula, mujer. Y soy absolutamente egoista con mis libros. Antes que prestarlos, regalo uno igual. Soy de los que anotan en los márgenes y marca frases... Se me ha erizado la piel de todo el cuerpo con tu beso en la nuca... Cuidado.
Real.. es la vision de la chica cambiandose la ropa viendo que le queda bien o no, al menos de la mayoria de ellas, imagio que todo lo demas es la sucesion a tus imagenes de la mente, pero no por ello, no tiene por que no pasar asi, ademas no tiene por que ser una regla general, sino un caso puntual el acercarse empezar con un beso y terminar el resto de la tarde...
ResponderEliminarY no creo que sea una vista machista quizas una falta de repseto el que te digan como me queda esto y no prestar atencion,
de todas maneras no creo que quisieras quedarte en esa situacion sino en algo más alla
Un saludo
menos mal que el tiempo avanza en zig zag y se cruza con otros tiempos...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSegunda entrega...
ResponderEliminarNico: no le des más vueltas, es una fábula simple.
EsaDelBlog: ¿ ZZZZ ? ¿Así? Buen cruce de tiempos y buena interpretación. Me gusta Palahniuk... Hada.
Disgus: yo, si fuera mujer, diría exactamente lo mismo... Mucha conexión... Un beso.
Vale...
ResponderEliminarJajajaja ok :D)
ResponderEliminarHOla, te estuve leyendo, y entiendo por qué Mucha de la Torre te tiene en su blog... por eso llegué aquí.
ResponderEliminarMe gusta las situaciones que presentas, muy reales...
volveré por aqui...
una abrazo tío!
Ali
¿Pero de verdad existen parejas así? No me extraña que a mí me vaya tan mal en estas lides. Qué frustración. Voy a tener que aprender a "poner morritos"
ResponderEliminarPor cierto, mi tato lee en el baño (ehem) y jamás le presto mis libros por eso. Maniática que es una.
Las mujeres somos tan simples?
ResponderEliminarPues que lástima.
y cómo se consiguen esas dosis de paciencia? el resto de la tarde es lo mejor, y sobre todo la manera de contarlo.
ResponderEliminarPrimera vez que paso por aquí, volveré seguro.
Ali, otro para tí tía! Gracias.
ResponderEliminarTamaru: sí, existen, me consta. ¿Tato? No sé lo que es ¿Pero sólo lee en el baño? ¿Tanto hablas?
Elena: ¿Tú crees que esa mujer es simple? ¿Te da lástima? Esa no es todas las mujeres. Es sólo un caso.
Yaiza: la paciencia se tiene si se quiere, en este caso, él quería...
Tato= Hermano mayor.
ResponderEliminarMeter libros (o periódicos, revistas, etc) al baño es una costumbre bastante extendida que a mí no me gusta. Mi tato hace años que no vive conmigo así que se la trae al pairo lo que yo hable o deje de hablar. En cualquier caso, no merece la pena escucharme, nunca digo nada interesante, ya sabes, sólo sirvo para poner morritos y comprar trapitos, ¡jiji!
A ver, que lo adivine... ¿Avelino? ¿Eres tú?
ResponderEliminarSi no lo eres, eres el que le escribe los diálogos, fijo. Recuerdos al señor Moreno.
Tamaru: nunca he visto a una mujer meterse en el baño con un libro o una revista. Es curioso... Claro, las mujeres no hacen... Gracias por la idea. Te adoro.
ResponderEliminarGlenclous: sí, soy Avelino Mellamo Avelino. Y si no lo soy, soy fijo el que escribe estos diálagos, claro, quién iba a ser si no. Le daré recuerdos a Don Avelino Moreno Desucopla... Y es que hay cada una...
ResponderEliminarSiempre leyendo tus comentarios en blogs ajenos y hoy, la curiosidad me hizo desembarcar aquí y pasar un buen rato. Más de 30 minutos desvistiendo tus palabras. Una gozada.
ResponderEliminarMerci!
Caludia, me alegro de tu presencia. Desviste mis palabras, pero no te vayas a llevar la ropa... Gracias por venir.
ResponderEliminarnos ponemos pesaditas con la ropa...verdad.
ResponderEliminarY nosotros con los coches, por ejemplo. De todo hay. Un beso.
ResponderEliminarNo entiendo.. has estado pendiente de cada paso y palabra que da cada minuto y dice que no le haces caso, que no la quieres... es la ceguera que nos ataca a las mujeres cuando hablamos, no sabemos usar a veces ambos sentidos, sobre todo el sentido común.
ResponderEliminarDORN tienes razón. El post realmente es un canto al respeto a la diferencia, a la comprensión y a la paciencia. Visto, en éste caso, desde el punto de vista de él... Sería interesante ver la opinión de ella... Me gusta tu blog. Un beso
ResponderEliminarSencillamente GENIAL... no sé cómo llegué aquí, pero llegué.
ResponderEliminarB.
PAO: me alegro de tu legada. Bienvenida a este circo, casa de locos, o jardín... Depende del día y de la hora así lo apreciarás. Besos.
ResponderEliminartanto derroche de besos por aqui...mientras otros vivimos en permanente sequia....
ResponderEliminarjo...
que mal repartido está el mundo¡¡¡
:-(
FIRE: pues vente a este país, que aquí es el lema y la ley. La ley del beso... Estupendo blog culinario el tuyo. Buenas recetas. Te visitaré, soy aficionado a la cocina.
ResponderEliminarUn beso culinario