El porvenir es largo...
Y más la vida.
Desnuda de negro y rosa,
en salvaje compostura,
rasca su melena y posa,
rebosante de hermosura...
Ya no hay pasos que valgan,
no hay rebotes al altísimo,
no hay ecuménicos altivos,
ni nazarenos de barquillo...
Si acaso redoblan tambores
y atronen cornetas a chillidos,
será por otros motivos...
Que aprovechen fiestas quienes puedan, con mucha animosidad...
Por los que ocupan, dignamente, trabajos que ya no queremos